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domingo, 16 de septiembre de 2012
martes, 3 de julio de 2012
Necesidad para todos
El enunciado Proyección de Imagen, en algunos países de nuestro marco geográfico
latinoamericano, es relativamente nuevo o desconocido. Dando pie a
interpretaciones parciales o, a
distorsiones bajo una lectura bastante superficial. Si bien, involucra al
sujeto en su concepción de autoimagen o apariencia, también abarca la dimensión
comunicacional y relacional de este. El alcance de la proyección de imagen se
despliega desde lo individual, lo grupal, hasta lo organizacional.
En este sentido, se ha podido verificar que
la estructura laboral ha venido transformándose en los últimos tiempos. El esquema piramidal se está flexibilizando
relativamente en ciertas instancias, y se está dando mayor importancia a las
estructuras horizontales. A partir de estos cambios, los códigos de tratos y de
relaciones son más abiertos pero más complejos, sutiles y exigentes. Estos
aspectos demandan un perfil integral del empleado, en donde todo cuenta, desde
la más sólida formación, la proyección de una excelente imagen personal,
profesional, la asertividad comunicacional, el manejo de buenas relaciones
sociales (a todo nivel) y saber ejercer la representatividad institucional.
Obtener una buena posición en el mundo laboral público o privado, conservarlo y
ascender en él, depende así, de cualidades internas y externas.
De
igual manera, cuando es detectada la necesidad de una mejora de proyección de
imagen para organizaciones, gremios, colegiaturas profesionales o sociedades de
algún tipo, todos los que trabajan frente al público o que tienen una actuación
pública, con fines de lucro o sin él, deberían acercarse a este tipo servicio.
Ya Abraham Maslow, identificó estas necesidades en los años 50, y Alan Chapman,
presentó la actualización de sus postulados en los 90. Explicaban, que lograr
un nivel de éxito sostenido en las organizaciones o empresas, se debía en gran
parte, a reconocer primero las necesidades y motivaciones personales de sus empleados
y a impulsar su autosuperación, previamente a la alineación con los intereses
de la empresa.
Estos
aspectos, de índole motivacional, afectan directamente el equilibrio humano y
su capacidad productiva, y por ende, el éxito de las organizaciones, por lo que
deberían ser contempladas en las políticas directivas y a nivel de todas las
gerencias de recursos humanos. En la actualidad, se sabe que estos factores son
cruciales en el grado de compromiso y lealtad de los trabajadores, y en la
posterior alineación de la misión, visión, valores y cultura. Así, nunca está
demás, y siempre recomendamos, hacer un ejercicio reflexivo y considerar un
diagnóstico sobre la actuación humana y las motivaciones del personal, ya que a
veces, se requiere de una revitalización o actualización que impulse aún más la
energía del motor productivo.
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