viernes, 15 de julio de 2011

Imagen versus Imagen


          Ante la vorágine de un mundo en expansión, cada vez más complejo, de comportamiento global multicultural y, donde Panamá, está hoy por hoy a la vanguardia en la región, sentimos que nos enfretamos a demandas profesionales cada vez más exigentes. En este sentido, ante la alta competitividad, tratar la imagen profesional se vuelve de especial importancia.

Para atender este aspecto, hemos estudiado la correlación entre la imagen personal y profesional, en donde el rigor técnico indica que para lograr el resultado deseado, debemos reconocer primero las identidades. Se entiende por identidad personal la esencia de la persona, que se compone por su genética, características psicosociales, económicas, educativas, culturales y espirituales, es lo que fue, es y lo que se desea ser. Por otra parte, la identidad profesional es la serie de conocimientos adquiridos en el área específica de la profesión, las competencias sumadas a ciertas habilidades y talentos.

Como vemos interviene un elevado componente socio-educativo y cultural, que se expresa en un modo de ser y que sin perder el gentilicio y los rasgos culturales propios, tendrá que acoplarse a una perspectiva de internacionalización en la continuidad del empredimiento de negocios y el crecimiento de la nación. En esa demanda, la imagen profesional se convertirá en un proceso razonado de autotransformación física y psicológica, para la estimulación y manejo de una determinada percepción que la gente tendrá sobre la persona, en un contexto y tiempo estipulados. Cómo se hace esto, a través de la simbolización y codificación del cuerpo, habla y acciones.

Sin embargo, llevar a cabo la proyección de ambas imágenes, requiere del desarrollo de procesos específicos. Por ejemplo, que las organizaciones decidan mejorar la imagen profesional de sus empleados, aporta grandes ventajas como: elevar el sentido de pertenencia, favorecer el clima organizacional, las relaciones públicas, la calidad del servicio y el fomento de una buena reputación, que debería proyectar la imagen corporativa hacia un crecimiento positivo. Como bono extra, tal preparación influirá positivamente a nivel personal, ya que inducirá al autoreconocimiento, a la confianza en si mismo hacia el logro y la autosuperación, ayudará a ubicar fortalezas y áreas de oportunidad a partir de una mejor autoimagen, potenciando las destrezas comunicacionales y relacionales al hacerse la persona consciente de la importancia de obrar una adecuada actitud profesional. Publicado en el periódico El Venezolano, Ciudad de Panamá, el día 08/07/2011.